En esta nueva temporada de nuestro grupo de jóvenes el liderazgo ha abierto varios frentes a tratar, con una cabecera genérica titulada "Una vida espiritual sana". Según la OMS, salud integral es el estado de bienestar ideal que se logra cuando hay un equilibrio entre los factores físicos, biológicos, emocionales, mentales, espirituales y sociales, que permiten un adecuado crecimiento y desarrollo en todos los ámbitos de la vida. Surge una pregunta: ¿Los cristianos nos preocupamos realmente por mantener una vida saludable en el ámbito espiritual?
En nuestra vida cotidiana estamos pendientes de nuestras características físicas con nuestra estética y apariencia. En lo biológico nos cuidamos si estamos enfermos, si necesitamos atención médica, incluso accedemos a intervenciones quirúrgicas. El ámbito emocional y mental también nos preocupa, buscamos estar estables, ser felices, etc. Si hablamos de losocial, dedicamos tiempo a establecer relaciones, hacer amigos, ser aceptados por los otros… Y ahora vamos a hacernos una pregunta... ¿Nos preocupamos de igual manera de nuestra salud espiritual? ¿Es de urgencia para nosotros cuando hay alguna alteración negativa en nuestro estado espiritual?
Se nos predica, se nos enseña e incluso podemos saber hasta cual es la perfección y lo que no es lícito para nuestras vidas y ni siquiera conviene.Pero, ¿qué pasa con nosotros? ¿Por qué puede haber momentos que no fluye sabiendo la teoría?
En este tema que estamos hablando debemos de ser conscientes también, con lo cual debemos de batallar espiritualmente para llevar una vida sana... Si meditamos en Romanos 7.18, dice “aun queriendo hacer lo bueno no lo hago...” Nuestra naturaleza pecaminosa nos hacer tropezar continuamente. Este texto parece duro pero es vital para empezar a tener una vida espiritual saludable. Es primordial que podamos entender que nuestra carne tiende a hacer lo malo y que la disciplina que debemos tener es rigurosa y de gran ayuda, Dios conoce nuestra debilidad y Él quiere ayudarnos a estar sanos espiritualmente.
Colosenses 3 nos da algunas recomendaciones para mantener una vida cristiana saludable.
Creo que a partir de estos pequeños y a la vez grandes principiosnuestras vidas pueden ir notándose en un mejor estado de salud.Todas las acciones de Dios van centradas en el amor y para el bien de nosotros.¿Qué acciones saldrán de nosotros y con qué motivación?