50 aniversario de FADE.

Un año más, del 28 de febrero al 03 de marzo de 2013, hemos asistido al congreso FADE. Esta vez ha sido especial porque, aunque tuvimos como todos los años, ponencias, talleres, reconocimiento de nuevos ministerios, etc., también hemos celebrado el 50 Aniversario de las Asambleas de Dios de España en un acto multitudinario, en la ciudad de Gandía, con la presencia de varias personalidades.

En estos días pudimos dar honra y reconocimiento a los que fueron nuestros pioneros y pusieron los fundamentos de la historia de nuestras Asambleas de Dios, personas como: Los hermanos  Guillermo MacIntyre, y su esposa Marta, que fue el primer presidente de Asambleas de Dios; la misionera Trella Bella Holl, la hermana Rosita Weikam, los hermanos Roy y Roy Daltón y su esposa Adela. Entre los españoles fundadores que estaban presentes en la primera Asamblea constituyente de Asambleas de Dios, mencionamos a los siguientes hermanos: José Rego y su esposa Pilar, El hermano José Palma,  y su esposa Rosa Mariscal, el hermano José Alcalde y su esposa Juanita, el hermano Miguel Pujol Bernabéu y su esposa Lola Cortés, y el hermano Carlos Primo;   también estaba presente –siendo adolescente-, nuestro pastor Miguel Pujol Cortés y su hermana Dolores Pujol.

Muchos de ellos ya han partido con el Señor, entre los que se encuentran los pastores Miguel Pujol Bernabéu y Lola Cortés, fundadores de varias iglesias, y padres de nuestro querido pastor Miguel Pujol Cortés, ministro reconocido desde hace más de 40 años. Actualmente es pastor de la Iglesia Evangélica Asambleas de Dios de San Fernando, el cual también tuvo su reconocimiento por estar presente en la mencionada Asamblea constituyente de las Asambleas de Dios en el año 1963, y por su trayectoria ministerial.

Vivimos momentos llenos de emoción y sentimiento, de alegría y lágrimas, viendo a aquellos hombres y mujeres, “Héroes de la fe”, que tuvieron celo por predicar en medio de las dificultades extremas. Fueron perseguidos por las autoridades civiles y religiosas, soportando el desprecio de una tierra alejada de Dios. Hoy en día, después de tantos años, aunque algunos ya no están con nosotros y no pudieron ver apenas el fruto de su trabajo, los que quedan, siguen en la brecha, batallando como el primer día, con el mismo celo, pasión, entusiasmo, amor,…, por el Dios de la obra. Sin duda, un ejemplo a seguir, pero sobre todo un reto para todos nosotros: “ Imitar a estos hombres y mujeres de la fe”.